De política y conejos

Me gustaría escribir sobre literatura, sobre las cosas de la vida, sobre anécdotas y sucesos, como por ejemplo, que hace poco me he enterado que Gaddafi en una visita a España contrató varios cuadros flamencos, y del que quedó más gratamente impresionado fue el número de María "la Coneja". Pero la actualidad política española a su más alto nivel es tan cutre y tan manipuladora que quiero desmarcarme.

Hace dos días la Vice-Presidenta argumenta para subir los impuestos de carburantes y tabaco, diciendo que si por ello disminuye su consumo, mejora el medio ambiente y la salud de los ciudadanos, y si sucede lo contrario se consigue aumentar el dinero recaudado para el Estado. Es decir, hagamos lo que hagamos, lo haremos muy bien, y lo podemos decir antes de que suceda.

Un lider se supone que es aquel que se atreve a tomar decisiones. Tomar decisiones es optar por un camino y no por otro. Por tanto, no es una verdadera decisión aquella que no asume el riesgo de equivocarse, porque haya otra mejor. "Vender" que tomar una decisión no pudiera tener consecuencias adversas es manipular. Es hacer campaña electoral permanentemente.

Esto tiene que ver también con el concepto de "valentía". Un lider debe ser una persona valiente, que sea capaz de asumir riesgos y siempre asumir sus responsabilidades o al menos dar la cara también en los momentos más duros. Ya no se trata de pedir un Churchill, ni una situación límite, ni un pueblo dispuesto a asumir un futuro de lucha con "sangre, sudor y lágrimas", pero, al menos, que tengamos a alguien que se atreva a dar la cara tras el atentado de la T4 en Barajas o cuando el partido rival le saca una ventaja escueta en las elecciones europeas, o que sea él mismo y no la Vice el que cuente las ventajas, se mire por donde se mire, de subir impuestos, y lo social que es que repercuta la subida de la misma manera a Botín que al último asalariado.

¿Liderazgo planetario?: ni de presidente de un modesto club de fútbol.

Por cierto, parece ser que el término por el que los romanos denominaron a este cacho de tierra, podía provenir de uno previo de origen íbero, con el significado de: "tierra de conejos". O sea, parece que hay cosas que las da la tierra.