sábado, 31 de diciembre de 2011

Los pródigos aullan

Los pródigos,después de esquilmar hasta la extenuación los bienes de aquel reino y ser condecorados por ello y ser expulsados de su gobierno, aullaron como lobos contra los que ocuparon su puesto.¿Conseguirán volver a entrar en palacio sin haber hecho la travesía del desierto, del destierro? ¿Vencerá la desmemoria a la prestidigitación verbal y la ingeniería social?
Los hijos pródigos, pródigos con lo ajeno hasta el colapso, no habían caído aún en la peor ignominia: la que uno percibe de si mismo. Porque aún no habían experimentado en carne propia la miseria. El pródigo del Evangelio tuvo que cuidar cerdos y alimentarse de sus bellotas para darse cuenta de lo que había hecho. Y luego pasar al arrepentimiento y la humildad para el cambio de vida.
Parece una historia sucedida en un país muy lejano, hace mucho tiempo.

1 comentario:

  1. Y, sin embargo, es una historia de ayer, de hoy mismo, una historia bien narrada.
    ¡Feliz y Próspero Año Nuevo!

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