Hoy es día del Corazón de Jesús. Voy a transcribir lo que escribí en dos días de abril de 2010
Dice el sacerdote comentando el Evangelio
que si nos fijamos en la presencia de Dios real en nuestra vida, la notaremos
muchas veces (a los discípulos de Jesús les costó trabajo reconocerlo en las
apariciones después de su muerte a pesar de que días antes habían estado codo con codo con Él). Tengo la
conciencia de que a pesar de mi falta de fe, Dios ha sido misericordioso y ha
actuado protegiéndome en mi vida, aunque yo me haya olvidado de Él, haya dudado
de Él, me haya avergonzado de que pensaran los demás que era un
"meapilas". Ahora que los aprietos grandísimos
de la vida han aparecido y todo ello encomiendo a Dios, ahora en la desesperación -siempre
he brujuleado con la fe y la dificultad de su aceptación sencilla por ponerme
pegas la "ciencia y cultura” en que también fui instruido-, me he
encontrado las devociones del Sagrado Corazón y la Divina Misericordia, Fátima,
Lourdes, que todas proponen la Confianza en la Misericordia de Dios por la
Pasión de Jesús y su Encarnación -su humanidad- para remisión de los pecados y
la salvación/ conversión de los pecadores. Se trata pues de rezar, esperar, contemplar y dar gracias por la Misericordia
del Corazón de Jesús (del Dios que se hizo hombre, en definitiva es una
devoción que representa la Humanidad de Jesús y su poder redentor a través del
símbolo del corazón).
Voy al convento de la Madre Maravillas (Getafe) a oír misa, lo hago
desde la puerta por estar llena la iglesia y es increíble la sonoridad de
cualquier ruido en aquel lugar (las
ruedas de un coche al pasar por el camino embarrado, la conversación lejana de
dos personas...). Luego voy al Cerro de los
Ángeles (lugar donde se consagró un monumento al Sagrado Corazón de Jesús para
España y luego fue destruido por algunos republicanos en la Guerra Civil). Me
entero, por el sermón de la misa, que hoy se beatifica al Padre Hoyos -no sabía
quién era- (un muchacho que vivió solo 24 años y que fue el introductor del
culto al Corazón de Jesús en España en el S XVIII). Trabajé 6 años en Getafe y
nunca me acerqué, me parecía una devoción anticuada -mi madre creo que sí fue
una vez que vino a visitarme- y ahora que ya no trabajo allí, voy implorando su
ayuda. Si me remonto a antes, a mi me regalaron mis abuelos paternos una imagen
del Sagrado Corazón de Jesús que mis padres pusieron en un mueble en nuestra
casa de Coruña y que yo me traje a Madrid, en
su pie me escribieron: "Alberto, en el día de tu Primera Comunión,
te regalan tus abuelos este S. Corazón de Jesús, para que nunca te olvides de
este día tan hermoso y te encomiendes siempre a Él en la seguridad de ser oído;
esto mismo hacen tus abuelos que tanto te quieren. Santiago y Flora. 17? Junio
1966". En la iglesia de un convento carmelita adyacente al Monumento me
encuentro con un folleto de la devoción a la Divina Misericordia. Otra vez las
mismas ideas que en las del Sagrado Corazón: confianza en la infinita
Misericordia de Jesús como salvación del mundo y del hombre concreto, con los
signos del agua y sangre que brotan del corazón humano de Jesús, para la
conversión y remisión de los pecados. Con casi idéntica jaculatoria a la del
Sagrado Corazón: "Jesús, confío en Ti". El folleto transcribe la
promesa de la salvación eterna de los pecadores que reciten oraciones a la
Divina Misericordia de Jesús.
Aunque solo sea curioso, no me deja de llamar la atención tantas similitudes y al final la simplicidad y uniformidad de los mensajes.
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