miércoles, 17 de febrero de 2010

¿A ver si aciertas cuál es mi club? Mi club, club laureado

Orgulloso de formar parte, indignamente y en la última fila, de este "club". Alguno de sus integrantes:

Marguerite Barankitze
http://levieldealfeo.blogspot.com/2009/12/maggy-el-angel-de-burundi.html

Irena Sendler
http://www.conelpapa.com/irena.htm

Ganxhe Agnes Bojaxhiu
http://webcatolicodejavier.org/MadreTeresa.html

Oscar Arnulfo Romero
http://www.fundacionmonsenorromero.org.sv/biografia.html

José de Veuster
http://www.padredamian.com/biografia.php

Maximiliano Kolbe
http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=535

Pedro Claver Corberó
http://multimedios.org/docs/d001428/

Angelo Roncalli
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/j/juan_xxiii.htm

Francesco Bernardone
http://www.es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=1726

Todos ellos, y en el caso de algunos a pesar de tener que vivir con la incomprensión o incluso el rechazo interno, todos han sentido la necesidad de ser "hijos" de la Iglesia.

jueves, 11 de febrero de 2010

¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde nos quieren llevar?(III y final)

Todo lo que sigue no va en contra de las personas que siendo fieles a su conciencia no han llegado a la fe en Dios.
En el anterior quería demostrar que la pretendida razón laicista o aconfesional para prohibir las cruces en colegios era falsa y con total intención. No se trata de limitar a las religiones, sino a la religión cristiana y más en concreto a la católica. A Jesucristo.
Pero ¿cómo se puede perseguir u ocultar al que dijo e hizo de la misericordia hacia los demás lo más importante en su vida y en la vida del ser humano?:
A la puesta del sol, todos cuantos tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaban; y, poniendo él las manos sobre cada uno de ellos, los curaba.

Cuidaos de vosotros mismos. "Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale. Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: "Me arrepiento", le perdonarás."

El mayor entre vosotros sea como el más joven y el que gobierna como el que sirve.

"Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tenéis hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que lloráis ahora, porque reiréis.

Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. A todo el que te pida, da, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. Más bien, amad a vuestros enemigos; haced el bien, y prestad sin esperar nada a cambio. "Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.

Dijo: "Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde." Y él les repartió la hacienda. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su hacienda viviendo como un libertino. "Cuando hubo gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país, y comenzó a pasar necesidad. Entonces, fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los puercos, pero nadie se las daba. Y entrando en sí mismo, dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros." Y, levantándose, partió hacia su padre. "Estando él todavía lejos, le vió su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le dijo: "Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus siervos: "Traed aprisa el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en su mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado." Y comenzaron la fiesta. "Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. El le dijo: "Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano." El se irritó y no quería entrar. Salió su padre, y le suplicaba. Pero él replicó a su padre: "Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!" "Pero él le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha vuelto a la vida; estaba perdido, y ha sido hallado."
Es que estas frases ponen en la picota a la Iglesia misma y a la Humanidad entera.
Aunque quizá el rechazo más profundo tenga su origen en lo que S. Pablo ya describió: "el escándalo de la cruz", escándalo para judios (los que se creen justos) y necedad para los griegos (los que se creen sabios). En versos de Machado: ¡Oh, no eres tú mi cantar! ¡No puedo cantar ni quiero a ese Jesús del madero, sino al que anduvo en la mar!
Sí, creo que la cruz es molesta.
Pero aún más: Jesús declaró el amor al prójimo como lo más importante... solo que unido indisolublemente al amor a Dios (Lc 10,25-28). Las "tentaciones" de Jesús (Lc 4,1-13) inciden en el intento del demonio de que Dios sea postergado.

Un paso más dio Jesús: El Sumo Sacerdote insistió: "Te conjuro por el Dios vivo a que me digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios". Jesús le respondió: "Tú lo has dicho. Además, os aseguro que de ahora en adelante vereis al Hijo del hombre sentarse a la derecha del Todopoderoso y venir sobre las nubes del cielo". Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: "Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabais de oír la blasfemia. ¿Qué os parece?". Ellos respondieron: "Merece la muerte". Los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio y reunieron a toda la guardia alrededor de él. Entonces lo desvistieron y le pusieron un manto rojo. Luego tejieron una corona de espinas y la colocaron sobre su cabeza, pusieron una caña en su mano derecha y, doblando la rodilla delante de él, se burlaban, diciendo: "Salud, rey de los judíos". Y escupiéndolo, le quitaron la caña y con ella le golpeaban la cabeza. Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron de nuevo sus vestiduras y lo llevaron a crucificar.
Jesús se manifestó claramente como el Hijo de Dios.
El Demonio huye de Jesús por eso: Arribaron a la región de los gerasenos, que está frente a Galilea. Al saltar a tierra, vino de la ciudad a su encuentro un hombre, poseído por los demonios, y que hacía mucho tiempo que no llevaba vestido, ni moraba en una casa, sino en los sepulcros. Al ver a Jesús, cayó ante él, gritando con gran voz: "¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te suplico que no me atormentes."Es que él había mandado al espíritu inmundo que saliera de aquel hombre; pues en muchas ocasiones se apoderaba de él; le sujetaban con cadenas y grillos para custodiarle, pero rompiendo las ligaduras era empujado por el demonio al desierto. Jesús le preguntó: "¿Cuál es tu nombre? "El contestó: "Legión"; porque habían entrado en él muchos demonios. Y le suplicaban que no les mandara irse al abismo. Había allí una gran piara de puercos que pacían en el monte; y le suplicaron que les permitiera entrar en ellos; y se lo permitió. Salieron los demonios de aquel hombre y entraron en los puercos; y la piara se arrojó al lago de lo alto del precipicio, y se ahogó.
Cerrando el círculo... El Demonio huye de la Cruz.
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