miércoles, 19 de enero de 2011

Chove en Santiago



¿Cómo atreverse a escribir da vila da que o fixeron Valle Inclán, Cela, Cunqueiro, Torrente...? Máis ainda, algúns non só como escritores ou vates, senón como veciños dela. Pois, por deixar pinceladas ou brochazos máis atinadamente diría, de pequenas vivencias propias. Eu que me criéi a cabalo de Castroforte del Baralla e Villasanta de la Estrella (Saga-Fuga de JB), nunca participéi dos piques e regueifas entre cascarilleiros e picheleiros (nin siquera da discusión entre alcumes: picholeiros/ picheleiros) ou a humorística referencia aos merdentos (ainda que non viñera ao caso, e non lembraréi aquí quen son). Decantándome somentes nunha excepción: O Deportivo e a sua sede, Riazor. Lateral de Marcador co meu pai, logo, Especial Niños e a cátedra en General, preto da Torre de Maratón. Nacemento e tal vez derradeiro refuxio que me queda, ainda que sexa nos arrabales dende unha aldea da Mahía. Que non é Firmistáns (non quero ficar "caladiño" coma os de alí), que non é Balcaide, Picaraña, Ortoño, Eirapedriña, Bertamiráns, Paramuiño, Bentín, Fraíz, Reibó, Pardiñas, Santomil, Framil ou Costoia. Pero ese sería outro cantar, ainda que posiblemente sexa o "aleph" meu. Santiago é onde os meus pais quixeron que nacese eu e os meus irmáns. Piséino no Ensanche, correndo neniño cando chamaban por min os Abuelos pretiño da Praza Roxa, cando era roxa. De vacacións no vran, ruas valeiras, Fonseca triste e soia. Tras o capirote procesional nunha Semana Santa. Escapadas inocentes ao bar da maquia na que se podían facer partidas, que soaban coma estalos. Vista fugaz de Pito Bebendo e as Marías (duas). O chamado "Rascacielos" lugar de parada ocasional, con aquela pizarra. Pero en tempo de estudio, en Marineda, no barrio da "Sagrada...", famoso por cousas de sucesos. Logo collinlle un anaco de manía a Santiago, cando tocóu ir co Tío Moncho ou logo co Pai ao Hospital, naquel tempo case que único onde se operaba na provincia. E á bomba de cobalto. Pasado o tempo, volvín a sentir agarimo por o "pueblo" meu. Recorro as ruas soio. Agora, tento de pasear por él aos meus fillos, xa extranxeiros, e esquivos ao seu meigallo. Non pretendo entrar a cabalo na Catedral, soio entrar e falar alí cos meus. E con Deus. Non son Churruchao pero teño outros devanceiros.

Como os meus bisabuelos, abuelos e pais, piso a Rua Nova, ou a Rua do Vilar, mentras chove, coma sempre. De noite. Miro de reollo ao Casino, por ver se cando esté a escuras podo intuir ao meu padriño Pepe, o Médico do sombreiro. Chove e penso nos meus fillos, lonxe han.

viernes, 14 de enero de 2011

Soria mía, después de 50 años

¡Por fin volví a Soria! Con mis hijos, sin mis papás. Hace 50 años yo estaba allí, durante mis tres primeros años, cuando mis padres comenzaban a formar su familia. En fotos en blanco y negro quedó reflejado. Poco tiempo, como poco estuvo Machado, pero de profundo calado. Hice vivos, reales, personales, los versos de Machado, me imagino que como tantas otras personas. Los hice míos. Y sentí la emoción de recorrer sus calles y lugares con nombres familiares para mi porque me lo contaron mis padres (El Collado, el Mirón, Valonsadero, San Polo y San Saturio), vi la misma Delegación de Hacienda de la foto de mi álbum familiar en la que trabajó mi padre, localicé la humilde casa donde vivimos en la calle Real. Era algo que me debía a mi mismo y a mis padres, que siempre hablaron de Soria con cariño. Sé que no es bueno para mi llamar a la "saudade" pero no puedo evitarlo. Me siento soriano también y tenía ganas de decirles: "yo recorrí vuestras calles cuando empezaba mi vida", aunque las personas que me conocieron allí ya no pudieran oírme. A mis hijos, mis tesoros, les quise contar. No sé si les quedaría algo. Pero las experiencias profundas son intransferibles. El paso irreversible de tiempo, los caminos posteriores, los afanes de mis queridos padres. Y su ausencia. Hoy que las ausencias se me hacen inmensas.
He vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en la ribera
del Duero, entre San Polo y San Saturio,

tras las murallas viejas
de Soria—barbacana
hacia Aragón, en castellana tierra—.
Estos chopos del río, que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.
¡Álamos del amor, que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;

álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,

álamos de las márgenes del Duero,

conmigo vais, mi corazòn os lleva!

¡Oh!, sí, conmigo vais, campos de Soria,
tardes tranquilas, montes de violeta,
alamedas del río, verde sueño
del suelo gris y de la parda tierra,
agria melancolía
de la ciudad decrépita,
me habéis llegado al alma,
¿o acaso estabais en el fondo de ella?
¡Gentes del alto llano numantino
que a Dios guardáis como cristianas viejas,
que el sol de España os llene
de alegría, de luz y de riqueza!

domingo, 9 de enero de 2011

Esto también está pasando en España

Que lo sepan aquellos amables internautas de otros países que me honran con sus visitas.
Ayer en Madrid, a las 9 de la noche, vi como alrededor de 8 personas se echaban encima de unos contenedores de basura que estaban llenando los empleados de la cadena de alimentación más barata en España. Para poder rescatar restos de alimento me imagino que poco presentables o caducados. No me paré mucho por respeto a ellas, pero su imagen no parecía la de los pobres de los vestidos rotos y mugrientos, la de los vagabundos que duermen en las calles. Días antes un anciano dignamente vestido y aparentemente con Parkinson me abordaba para pedir una limosna. Por cierto, la gente va a pedir ayuda a las iglesias, no a las sedes de los partidos políticos o sindicatos. A las iglesias de la Iglesia Católica, a la que los actuales gobernantes en el poder querrían erradicada de la vida pública. ¿Por qué será?
Hace un tiempo (la vida es pura paradoja) una compañera "Trabajadora Social" criticaba la manera de hacer de CARITAS. Y hete aquí que hoy los servicios sociales tan profesionales que tenemos no impiden que esta organización haya atendido en cosas tan básicas como dar de comer en el año pasado a cientos de miles de personas.
Están los políticos hablando de que hay que hacer sacrificios y de recortes. Pero no dicen ni una palabra de los sacrificios y recortes que están dispuestos ellos a asumir.
Free counter and web stats