jueves, 25 de noviembre de 2010
La niña quiere tener su entrada en este blog
Y pone una presentación que le llegó a ella....
La Vida se resume en 2 simples preguntas...
1. Debo tener un perro.....?
O...
2. Debo tener hijos?
Solo una broma para provocarte una sonrisa.
Y que sin importar lo que la vida arroje a nuestro paso...
Sin importar cuán largo y difícil parezca nuestro caminar...
DEBEMOS RECORDAR:
...que siempre hay luz al final del tunel.
Te estás riendo?
Que bueno! Porque esa era la idea.
Ten un grandioso día.
Recuerda agradecer todo: lo bueno y lo malo...
PD - Los gatos siempre son tan DRAMATICOS!!
Y ahora, si lo deseas pasa esto a otros.
Probablemente seamos muchos a quienes hoy nos haga
falta reirnos un poco!!!
Como no sé el autor, no lo puedo decir. Pero como anima a que se divulgue, así lo hacemos.
lunes, 15 de noviembre de 2010
La "Semana de la Ciencia" en España y San Alberto Magno
"Como dijo Gilson, Alberto Magno se abalanzó sobre el saber greco-árabe con el gozoso apetito de un gigante de buen humor. Escribió de todo, porque disfrutaba haciéndolo. Y así su producción literaria adquirió unas proporciones no superadas por nadie, al menos que me conste: 38 gruesos volúmenes en la edición de Borgnet (Paris 1890-1899). ¡Ciento cincuenta años! han calculado los investigadores del Instituto Albertino (Bonn) que tardarán en terminar la edición crítica de sus escritos, según me confesaba, desolado, el P. Kübel, su actual director. Entre las obras albertinas -que supondrán cuarenta tomos in folio, algunos divididos en varios volúmenes, de la nueva edición coloniense- se cuentan tratados de lógica, metafísica, matemáticas, física y química, medicina y astronomía, fisiología animal, filosofía y teología, y comentario a los antiguos, sin excluir varios ensayos sobre saberes prácticos, como un manual del perfecto jardinero".
"En aquella época, la filosofía comprendía las principales ramas del saber humano accesibles a la razón natural: la lógica, la metafísica, las matemáticas, la ética y las ciencias naturales. La figura de San Alberto y la de Rogelio Bacon se destacan en el campo de las ciencias naturales, cuya finalidad, según dice el santo, consiste en "investigar las causas que operan en la naturaleza". Algunos autores llegan incluso a decir que San Alberto contribuyó aún más que Bacon al desarrollo de la ciencia. En efecto, fue una autoridad en física, geografía, astronomía, mineralogía, alquimia (es decir, química) y biología, por lo cual nada tiene de sorprendente que la leyenda le haya atribuido poderes mágicos. En sus tratados de botánica y fisiología animal, su capacidad de observación le permitió disipar leyendas como la del águila, la cual, según Plinio, envolvía sus huevos en una piel de sorra y los ponía a incubar al sol. También han sido muy alabadas las observaciones geográficas del santo, ya que hizo mapas de las principales cadenas montañosas de Europa, explicó la influencia de la latitud sobre el clima y, en su excelente descripción física de la tierra demostró que ésta es redonda".
"En la universidad de París tradujo, comentó y clasificó textos antiguos, especialmente de Aristóteles. Añadió a estos sus propios comentarios y experimentos, aunque Alberto Magno no veía los experimentos como lo verían luego los fundadores de la ciencia modernay en especial Galileo Galilei, sino que en su opinión la experimentación consistía en observar, describir y clasificar."
http://www.semanadelaciencia.es/Publico/index.aspx
Sin embargo, estoy convencido que en el inicio de esa actividad la fecha elegida no fue aleatoria. Pero hoy se trata de ocultar todo lo que haga referencia a religioso. Queda feo, poco "moderno". No creo que lo sepa Zapatero, sino a lo peor intentaba impedir este evento.
miércoles, 10 de noviembre de 2010
De percebes, temporales del mar y Motos
Y como Cunqueiro también escribió del mar y como puede venir a cuento transcribo trozos de otros artículos sobre ese tema:
"Unos queridos amigos me han llevado a ver el mar, que saben que a mí me gusta en otoño, cuando son los temporales del Oeste y cubren el océano grandes nubes oscuras. (...) Ahora en noviembre, es el mar del regreso. El griego sabía que, cuando las Pléyades salen vespertinas, es la ocasión de amarrar. (...)
En la línea de la marea están los percebes, en piñas, con sus cascos, guerreros de un ejército submarino, dispuestos a avanzar sobre la costa. (...)
Aquí, en San Simón, fue fingida la tempestad más hermosa de la lírica medieval. Un juglar, del que solo sabemos que se llamaba Mendiño, imaginó a su amiga esperándolo junto a la ermita de San Simón. El juglar no llegaba, y se levantaba horrible tempestad. Una tempestad imposible allí, en el fondo de saco de la ría y en aquellas aguas bajas. Pero la tempestad se levantó, y la hermosa, aterrorizada con el viento y las olas, se quejaba de unos versos incomparables, que los traduzco:
Me cercaron las olas grandes del mar,
y no tengo barquero ni sé remar,
esperando a mi amigo.
Me cercaron las olas del mar mayor,
y no tengo barquero ni remador,
esperando a mi amigo.
Y, ya en su desesperación, se dice que morirá fermosa en las olas del mar, esperando a su amigo..."
Y en otro artículo:
"Digo que estábamos tranquilos aquí en esta esquina de Europa, en buenas relaciones con el océano y, eso sí, pagando anuales tributos de humanos a la que Yeats llamó en un famoso verso "la asesina inocencia del mar". Nuestro don Ramón Otero Pedrayo ha dedicado páginas admirables a describir la que él llamaba "la sinfonía atlántica", ese misterioso orden vital en el que se suman la ola marina, el granito y ciertos apetitos del alma gallega, que quizá en gran parte se resuman en la palabra saudade. Ese gigantesco animal que llaman el océano respira dos veces al día, y el gallego desde su roca lo contempla, viendo, como en Swindurne, los pies del viento brillar a lo largo del mar."
Todas estas cosas en una recopilación de artículos editada en Tusquets y titulada "Fábulas y leyendas de la mar".