viernes, 23 de abril de 2010

Curiosidades quijoteriles (I)

Voy a jugar un poquito, no más, con ese libro. Usaré la edición de Espasa-Calpe en la pequeña gran Colección Austral, en mi poder la trigésimo primera, porque me da más excusa para elucubrar lo que me apetece, aunque solo sea fruto de mi imaginación.

El Prólogo comienza así: "Desocupado lector..." Y me hace pensar quién podría tener tiempo para leer en el siglo XVII un libro de humor, aparentemente de entretenimiento, cuando por aquellas calendas lo que a muchos ocupaba era buscarse el sustento. El mismo Babieca dialoga con Rocinante: "B. ¿Es necedad amar? R. No es gran prudencia. B. Metafísico estáis. R. Es que no como." ¿Quién puede componer en una cárcel, como él dice en el prólogo, un libro de humor? Lo cierto es que no sé si es verdad, pero tengo entendido que ya fue en su época (en la cual el léxico sería más fácil para los lectores) un "best-seller". Aunque, también otra paradoja, Cervantes nunca tuvo un maravedí. ¡Claro, no existía la SGAE! Aristóteles, Arquímedes, Euclides, Homero, Newton, Shakespeare, Cervantes... ¿Hijos de su tiempo o genios tocados por la genética de la sobredotación intelectual? ¿O quizá extraterrestres?

Luego sigue el prólogo y, no sé si por recurso literario o por verdadera intención, despliega la humildad en la valoración de su obra, virtud que yo he encontrado en los más grandes hombres: "¿qué podía engendrar el esteril y mal cultivado ingenio mío sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo, y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno". Pero, aquí lo dice, no es un libro de humor, solamente, se trata de la historia de una persona. Aunque Don Alonso Quijano es tan real como los hombres reales en cuanto a la influencia en la vida de muchas personas, por no decir de la cultura hispánica, yo me inclino a creer que además lo fue de verdad, existió, y Cervantes lo compuso, lo pasó al papel y lo inmortalizó con alguna licencia y el "corta y pega". Pues además dice: "Pero yo, que, aunque parezco padre, soy padrastro de don Quijote". Y luego dice de su historia: "leyenda seca (...) ajena de invención". Vamos, como hizo don Quijote con su caballo: "después de muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió, deshizo y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar Rocinante". Como más adelante dice de "la persona" de su personaje: sobre la disquisición si en realidad se había llamado Quijada o Quesada. En definitiva, lo dice él mismo: MEMORIA E IMAGINACIÓN.
Lo de "lleno de pensamientos varios" que dice Cervantes es verdad. Y si me es permitido por la Providencia recogeré alguno en el futuro. Pero hoy voy a reflejar una curiosidad, al menos a mi me lo parece. ¿Descartes leyó el Quijote?: "Oyó estas razones Cardenio bien clara y distintamente" Capítulo XXXVI. (Recuerdo que unos años después a la publicación del Quijote, Descartes acuña el "cogito ergo sum" como la idea clara y distinta de la que parte en su filosofía).
Cervantes termina su prólogo así: "Y con esto, Dios te dé salud, y a mi no me olvide. VALE". Libro moderno, libro eterno, como decía la gente joven al menos en la mía, vale.

2 comentarios:

  1. Yo creo que sí lo leyo:
    "y los que ajustan sus costumbres a los ejemplos que sacan de las historias, se exponen a caer en las extravagancias de los paladines de nuestras novelas y a concebir designios para los que no alcanzan las fuerzas"
    Discurso del Metodo, primera parte

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por la referencia y por la lectura de estas líneas. Saludos.

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