Con la crisis económica mundial, brotan los escándalos en las sociedades capitalistas. Se había caído la ideología que sustentaba el muro de Berlín y se empieza a divulgar, para el que quiera enterarse, la realidad de las sociedades del "socialismo real" (stalinismo, maoísmo, etc.): sus millones de muertos y la universalización de la miseria y la falta de libertad. Pero ahora le toca al capitalismo, al libre mercado, a las sociedades llamadas democráticas. La crisis que, dicen, puede provocar el derrumbe del sistema económico y social y la corrupción de instituciones y personas que en él operan tienen el mismo origen: la codicia del hombre, el factor humano, la ética. Es la misma causa que provocó la degeneración de los países comunistas. El hombre es el mismo, sin embargo hay una diferencia entre ambos sistemas. En el sistema democrático, si así lo es, hay más defensas para las conductas inmorales, que impiden el acaparamiento del poder por unos pocos: la rotación en el poder mediante el voto libre de los ciudadanos, la división efectiva de poderes y la capacidad de influencia de la sociedad civil a través de instituciones no políticas (la aceptación de la convivencia y pluralidad). Por eso, si una sistema social pretendidamente capitalista no hace posible la alternancia en el poder, el ejecutivo domina a los otros poderes y la sociedad civil está desarticulada (instituciones perseguidas, prensa comprada, etc.), es más probable que la conducta de los hombres se pueda corromper con mayor facilidad. ¿No puede ser que algo de ésto sea lo que sucede ahora?
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